Existen dos tipos de sarro:
- Sarro supragingival: Cuando su presencia se limita a la superficie de los dientes y de las encías.
- Sarro subgingival: Cuando se acumula por debajo de la línea de la encía, formando bolsas periodontales.
La presencia de sarro en la boca tiene una consecuencia estética evidente: su presencia en nuestros dientes y encías afecta negativamente a la blancura de nuestra sonrisa.
Pero la acumulación de sarro es responsable de dos de las enfermedades orales más comunes:
- Enfermedades periodontales
- Caries dentales
- Mal aliento o halitosis